“DIOS DE NUESTROS PADRES,
TU ELEGISTE A ABRAHAM Y A SUS DESCENDIENTES
PARA TRAER TU NOMBRE A LAS NACIONES:
NOSOTROS ESTAMOS PROFUNDAMENTE ACONGOJADOS
POR LA CONDUCTA DE AQUELLOS 
QUE EN EL CURSO DE LA HISTORIA
CAUSARON SUFRIMIENTO A ESOS HIJOS 
TUYOS
Y PIDIENDO TU PERDÓN 
EXPRESAMOS NUESTRO COMPROMISO
DE HERMANDAD GENUINA
CON EL PUEBLO DEL PACTO.”

Jerusalén, 26 de marzo de 2000
Juan Pablo II