El domingo 23 de octubre, a las 19’00 horas, tendremos el placer de escuchar a don Rafael Narbona , filósofo, escritor, crítico literario en EL CULTURAL, asociado a EL ESPAÑOL, y colaborador en las revistas ALFA Y OMEGA y VIDA NUEVA , quien pronunciará la conferencia «Caminos a la salud a partir de los testimonios de la Shoá».
«El sufrimiento es un aspecto de la vida, no una enfermedad, pero nos hemos acostumbrado a abordarlo como una anomalía susceptible de ser corregida mediante la química. Cada vez hay más voces que demandan una perspectiva diferente, especialmente después de estudios como el de Joanna Moncrieff, una psiquiatra inglesa que ha cuestionado la relación entre la depresión y la serotonina, o de investigaciones como las del psicólogo Irving Kirsch, que no ha apreciado diferencias significativas entre los efectos de un placebo y los de un antidepresivo. La psiquiatría biologicista trabaja con síntomas, no con evidencias, pero eso no le ha impedido afirmar que hay una base bioquímica detrás de todos los trastornos de conducta. Sin embargo, no existen pruebas inequívocas (analíticas, radiografías) que acrediten esta tesis.
Mi experiencia me ha enseñado que hay alternativas mucho mejores que la psicofarmacología, al menos en el caso de la depresión. Yo recobré la estabilidad, leyendo –entre otros- a Etty Hillesum, Viktor Frankl o Emmanuel Lévinas, que sufrieron directa o indirectamente la tragedia de la Shoá y, sin embargo, no perdieron su aprecio por vida, su amor al ser humano o su confianza en Dios. No somos objetos pasivos, fatalmente abocados a comportamientos redundantes y automáticos. La razón nos permite analizar, comprender, meditar, reinventar. Podemos aprender a reeducar nuestras emociones. La vida humana no se parece a la condena de Sísifo, sino al viaje de Odiseo, capaz de regresar al hogar tras muchas penalidades o a la aventura de Moisés, que deja atrás la esclavitud y realiza su sueño de conquistar la libertad. Al igual que los esclavos de la caverna platónica, yo viví mucho tiempo en las sombras, pero hace mucho que me reencontré con la luz y nada me hará regresar a la oscuridad. El camino hacia la salud no es una quimera, sino algo posible y real»
Rafael Narbona