Francisco Fontana Tormo, médico neurocirujano, católico y presidente de la asociación «Amistad Judeo-Cristiana» de Valencia, recibió en noviembre de 2007 en la Kneset (Parlamento de Israel) el premio «Samuel Toledano», por su aportación al diálogo entre judíos y cristianos. Por su interés, reproducimos la entrevista realizada en su momento por dña. Inmaculada Álvarez, de la agencia Zenit.
Esta asociación está inspirada, aunque es independiente jurídicamente, en el Centro de Estudios Judeo-Cristianos de Madrid, y en la labor de la Congregación Nuestra Señora de Sión en España. La Congregación fue fundada en 1843 por Teodoro Ratisbone para dar testimonio en la Iglesia y en el mundo de la fidelidad de Dios a su amor por el pueblo judío y propiciar el diálogo mutuo.
– ¿En qué consiste este reconocimiento y qué ha supuesto para usted?
Francisco Fontana: – El Premio «Samuel Toledano» es un premio instituido por la familia Toledano en memoria de Samuel Toledano, líder de la Comunidad Judía de Madrid, que falleció en 1996. El premio se otorga anualmente a dos investigadores, uno israelí y otro español, por una obra de investigación sobre el pasado judío de España -Sefarad-, por las relaciones entre España e Israel, y por las relaciones entre judíos, cristianos y musulmanes.
Ocasionalmente, se entrega un diploma de reconocimiento por trabajo, no de investigación pero sí de actividad, en el contexto de estos campos. En este caso, se me ha otorgado un Diploma por mis actividades para promover el conocimiento mutuo entre Judaísmo y Cristianismo y mantener buenas relaciones entre ambas religiones, como presidente y fundador de la Amistad Judeo-Cristiana de Valencia.
Para mí ha supuesto una gran alegría por lo que supone de reconocimiento por parte judía a las relaciones judeo-cristianas, y por otra parte una gran emoción, pues me fue entregado por don Isaac Navon, quinto Presidente del Estado de Israel, en la misma Kneset, el Parlamento de Israel, y además ha sido una oportunidad para viajar nuevamente a Israel.
– ¿Qué es y cómo nació Amistad Judeo-Cristiana?
Francisco Fontana: – La Amistad Judeo-Cristiana de Valencia es una asociación cuyos objetivos son que judíos y cristianos se conozcan mejor y mantengan buenas relaciones. Por otra parte, y desde el punto de vista cristiano, conocer mejor el medio cultural y religioso en que brotó el Cristianismo. No hay que olvidar que Jesús, la Virgen María, los Apóstoles y la primitiva comunidad cristiana, son todos judíos.
La asociación fue erigida canónicamente en la diócesis de Valencia el 20 de Enero 1994. Las asociaciones de Amistad Judeo-Cristiana nacieron en Europa alrededor de los años 40 y 50. Existe una organización internacional, el International Council of Christians and Jews (ICCJ) que agrupa a varias instituciones de diálogo judeo-cristiano en todo el mundo
En Madrid en 1961, sor Esperanza Mary, Vicente Serrano, Samuel Toledano y Max Mazin fundaron la Amistad Judeo-Cristiana, antecesora del actual Centro de Estudios Judeo-Cristianos, dirigido hoy por Sor Ionel Mihalovici, principal referencia para las relaciones judeocristianas en España.
– ¿Cuál ha sido la aportación de sor Ionel Mihailovici al acercamiento entre judíos y cristianos?
Francisco Fontana: – En España, la figura de sor Ionel Mihalovici es determinante. Sor Ionel es nacida judía, en Rumania, bautizada y miembro de la Congregación de Nuestra Señora de Sión. Durante mas de treinta años, desde Madrid, ha impulsado el diálogo judeo-cristiano, conferencias, cursos de hebreo, publicación de la circular del Centro y de la revista «El Olivo» y la organización de los simposios hispano-israelíes.
El simposium hispano-israelí, reúne cada dos años a profesores universitarios e intelectuales de ambos países para que se conozcan e intercambien puntos de vista. Se celebra alternativamente en España e Israel. Su vigésima edición, si Dios quiere, se celebrará en Israel este año 2008. Ella fue quien instó a un grupo de suscriptores en Valencia de la revista «El Olivo», a reunirnos y agruparnos en asociación.
Como digo, sor Ionel es la figura de referencia en España del diálogo judeo-cristiano. Sin ella, sin su plena dedicación a esta labor de acercamiento y reconciliación entre judíos y cristianos, no se podría entender la amistad judeo-cristiana en España.
– ¿Cuáles son las bases en las que se asienta el diálogo entre judíos y cristianos?
Francisco Fontana: – Las bases son comunes, tenemos un concepto muy similar en cuestiones básicas de moral y creencias. Hay muchos puntos en común: la importancia de la religión para la vida personal y comunitaria, la dignidad básica del ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, Dios como dador de los Diez Mandamientos, una historia de Salvación que empieza con Abraham, Padre de los creyentes. No en vano, nuestra base es la Biblia, el Antiguo Testamento o Tanaj hebreo esta contenido en la Biblia cristiana. La Iglesia siempre se ha considerado injertada en el Antiguo Israel «Si la raíz es santa, también las ramas. Tú… fuiste injertado y llegaste a ser partícipe con ellas de la raíz de la savia del olivo» (Rm 11, 16s)
– ¿Cómo ha influido la Shoah en este diálogo?
Francisco Fontana: – La Shoah ha sido determinante para que la cristiandad se replanteara su relación con el pueblo judío. El exterminio de seis millones de judíos durante la II Guerra Mundial ha provocado que las iglesias cristianas se preguntaran por su grado de responsabilidad en tamaña catástrofe, si un cierto antijudaísmo cristiano ha sido caldo de cultivo para la persecución nazi.
La Iglesia ha publicado un documento, «Nosotros recordamos; una reflexión sobre la Shoah». Ha sido como caer un velo de los ojos. La Iglesia Católica se ha dado cuenta de que Dios no rompe la Alianza con su Pueblo -la Alianza nunca derogada-, como se ha dicho muy acertadamente. También la creación del moderno Estado de Israel, renacer un Estado judío, después de casi mil novecientos años de estar dispersos entre las naciones, es un hecho excepcional y sin parangón en la historia de la Humanidad.
– ¿Ha cambiado, y en qué, la visión del mundo judío sobre Jesucristo y sobre la Iglesia?
Francisco Fontana: – Muy lentamente pero con certeza, el mundo judío esta cambiando su percepción de la Iglesia Católica. Fue fundamental la visita de Juan Pablo II a Israel y su gesto de rezar en el Muro de las Lamentaciones, depositando allí una bellísima oración: «Dios de nuestros Padres, tu escogiste a Abraham y su descendencia, para llevar Tu Nombre a las naciones. Nosotros estamos profundamente arrepentidos por el comportamiento de aquellos que en el curso de la historia han causado sufrimiento a tus hijos y pedimos tu perdón. Nosotros deseamos una autentica fraternidad con el Pueblo de la Alianza». Este fue un signo muy importante a los ojos del pueblo judío.
Por otra parte el judaísmo no tiene una autoridad centralizada como es la figura del Papa en la Iglesia Católica, hay muchas voces, y a veces estas son discordantes, pero sí se ha publicado en el año 2002 un manifiesto firmado por unos ciento cincuenta rabinos «Dabru Emet» (A decir verdad), en el que se reconoce el cambio efectuado por la Iglesia Católica y se anima a todos a seguir en este camino de reconciliación y colaboración entre judíos y cristianos.
– ¿Ha cambiado y en qué la visión de los católicos sobre el mundo judío?
Francisco Fontana: – Los católicos, aunque muy lentamente porque la Iglesia Católica es muy grande y el cambio de rumbo no puede ser brusco, también está cambiando. Por parte de la Jerarquía se han publicado varios documentos oficiales, en que se fija la postura doctrinal de la Iglesia.
El principal es la Declaración del Concilio Vaticano II, «Nostra Aetate», y los documentos complementarios «Orientaciones y sugerencias para la aplicación de la Declaración Conciliar Nostra Aetate» y «Notas de la Comisión de la Santa Sede para las relaciones con el Judaísmo» Con ellos, la Iglesia Católica fija su postura actual de cara al pueblo judío. De hecho, hay una Comisión Pontificia para las relaciones con el Hebraísmo.
Pero una cosa son los documentos oficiales y otra la realidad hasta que llega a los fieles. El cambio es muy lento pero ya se va dando: cada vez hay más interés en los fieles católicos de saber cosas de los judíos y de llevarse bien con ellos. Los católicos se dan cuenta de que los judíos son un pueblo que reza, que se aferra a su fe, que mantiene sus tradiciones, un ejemplo en estos tiempos de secularización. «Nuestros hermanos mayores en la fe» como dijo Juan Pablo II.
– ¿En qué punto está el diálogo, y cuáles son sus perspectivas?
Francisco Fontana: – En el momento actual se ha roto el hielo, no hay ambiente de hostilidad y sí hay deseos de conocerse e incluso de colaboración en temas puntuales. Hay proyectos de ayuda internacional a necesitados -Caritas e instituciones judías similares- en países de África, por ejemplo.
Pero hay metas por lograr: referente al diálogo judeo-cristiano, no se ha entrado todavía en un diálogo teológico en profundidad. Digamos que estamos en la fase de saludarnos y hablar de temas que no produzcan fricciones. La figura de Jesucristo en su significado para los cristianos es difícilmente abordable para los judíos, lo mismo que el valor de los preceptos de la Ley de Moisés lo es para los cristianos.
Pero sí hay temas sobre los que se podría dialogar: la Creación, la Caída, la Redención, la figura del Mesías y las interpretaciones propias en cada religión, en qué aspectos son comunes y en qué discrepan. Todo ello es tarea del futuro.
Por Inmaculada Álvarez
Editorial remarks
Este reportaje fue publicado por la agencia Zenit, el 12 de febrero de 2008